domingo, 6 de noviembre de 2011

El albatros azul [Enigma 27]


El ser humano es un baúl lleno de contradicciones. En lo nuestro no teníamos por qué ser diferentes, de manera que podemos aceptar que en Mónaco los vehículos lleven más ala para producir más downforce y que en Monza lleven menos para obtener el resultado contrario, pero no calibrábamos hasta qué punto afinan en este asunto ingenieros a los que no puede seguir ni un galgo, nuestro amigo Adrian, el primero, por supuesto.

En la medida de mis humildes posibilidades he tratado de hacer ver que la carrocería de los modernos monoplazas funcionan también como alas complejas (un avión es un ala compleja), pero alas al fin, con idéntico comportamiento aerodinámico que un alerón delantero o posterior, incluso que pueden llegar a desaparecer.

Gracias a la inestimable contribución de Borja Sanz, podemos observar que la idea que hemos estado trabajando no era tan descabellada como parecía, pues el perfil que he estado utilizando para mis experimentos, elaborado a partir de la silueta del RB6 en movimiento y con el rake correspondiente (inclinación del fondo plano), se comporta precisamente como una ala.


En azul pálido tenemos las zonas de menor presión aerodinámica, que son las que nos interesan. Arriba, en el extradós, generarían liftforce (sustentación positiva); y debajo, en el fondo plano, el intradós, una downforce bastante evidente (sustentación negativa), porque Borja ha contemplado la presencia de un suelo.

Obviamente, el Wind Tunnel Pro no es un potente programa CFD de los que usan las escuderías pero nos la da la medida de cómo podemos acercarnos a la realidad armados tan sólo con un poquito de sentido común y algo de alegría creativa. Obviamente una silueta no es un modelo completo, y nos faltaría ver cómo funciona el asunto incorporando el torneado de los pontones, etcétera, pero en líneas generales, el ejemplo nos sirve para entrever que efectivamente, un monoplaza en movimiento tiene en su comportamiento dinámico mucho más de avión que de coche, cosa que por otro lado, ya intuíamos.

Pero si en Monza podemos hacer desaparecer los alerones para ganar velocidad punta, modificanto para ello sus ángulos de ataque (inclinación con respecto a la dirección de marcha) o las cuerdas del intradós y el extradós, Adrian ha podido estar trabajando en la definición de sus monoplazas RB5 a 7 para conseguir que desaparezcan como por arte de magia cuando interesa (rectas y curvas amplias), y aparezcan cuando las condiciones del circuito lo aconsejen (curvas medias y cerradas), jugando con lo que juegan los martín pescador y los aviones acrobáticos...


Y es que hay que reconocer al mago de Milton Keynes su cuajo para pasarlo todo a limpio en su proyecto de máquina para un juego de consola, el X1 Project, ya que todo, todo está allí. Desde la posición del centro de gravedad a la localización del área de mayor downforce, pasando por el uso del color negro o las superficies mates y sus bendiciones termo y aerodinámicas.

También está presente su aprovechamiento de la ola de aire en el centro del vehículo y por supuesto, eso que dijimos que es con lo que juegan los albatros y los ekranoplanos, porque el fondo plano, en su disposición, configuración y dimensiones impuestas por el reglamento, es donde Newey encuentra la materia de los sueños con la que crea desde el efecto suelo al que estamos acostumbrados en automovilismo, al que usan las aves y las monstruosas naves del Caspio para volar sobre el agua, presurizando el aire que las recorre por debajo.

Os leo.


Actualización 7 de julio de 2013: Cosas veredes, amigo Sancho. Indagando un poco más sobre esa preciosidad de vehículo que se llama Red Bull X1 Project me he encontrado con esta bonita frase en su descripción en Wikipedia: «and a "fan element" to increase low and medium-speed downforce». Y es que lo sabíamos, a que sí...


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