viernes, 27 de marzo de 2009

La ciudad de la luz


Melbourne se está convirtiendo en la ciudad más iluminada del mundo porque en ella se está poniendo de relieve la enorme capacidad de estulticia a la que pueden llegar los dirigentes de la F1.

Nada que objetar con buscar huecos en la normativa que permitan sacar alguna ventaja; Williams, Toyota y Brawn parece que han dado en la tecla adecuada y hay que respetárselo, a pesar de que manda huevos que el reglamento de la máxima categoría del automovilismo, del máximo exponente de lo que puede dar de sí el ser humano ingeniando monoplazas, sea un lodazal de agujeros negros… ¡En fin! Lo he dicho otra veces y viene bien repetirlo: no es de recibo, aunque toca joderse, tragar, y poco más.

A lo que iba. Este primer viernes de entrenamientos está poniendo al descubierto lo chusco de todo esto, y no me refiero a los benditos difusores, que son lo de menos, sino a que el KERS, sus bondades, su necesidad apremiante y su impacto, están resultando un auténtico fiasco.

Si el cahivache hubiese sido fruto de la iniciativa privada, de uno o dos equipos, vamos, nada habría que objetar, pero siendo casi una obligación que iba a resolverlo todo, cabe preguntarse si para este viaje hacían falta tantas alforjas. Su desarrollo ha sido caro y su proyección en el futuro inmediato hace presumible que lo sea aún más; sin embargo, sus resultados son una cochambre, una trampa para incautos, porque los equipos que no lo llevan están dando sopas con honda a los que lo utilizan.

Llegados a este punto resulta necesario preguntarse en qué coño andaba pensando la FIA cuando lo recomendó. Sí, ya sé que confiar en esa cueva de ladrones y en lo que de ella sale es de idiotas, pero los lumbreras que la componen son los representantes del máximo organismo que rige el deporte (eso dicen) y alguna responsabilidad tendrán, digo yo.

Visto lo de hoy, el KERS es un lastre innecesario, bobalicón y estúpido, por mucho dinero y esfuerzo que haya detrás, y más de un responsable de escudería estará tirándose de los pelos porque los resultados cantan, y Williams, Toyota y Brawn, han acertado haciéndose los orejas ante los cantos de sirena de Mosley y su banda de artificieros… ¿Esto era el futuro? ¿Esto era una prioridad? ¿Esto iba a favorecer el espectáculo? ¿Esto iba a resolver los problemas de costos? ¡Esto es de imbéciles, amigos!

Y es de imbéciles porque los equipos que han seguido al pie de la letra los dictados de los que se dicen responsables del invento, se están viendo atrapados en una situación que sólo tiene una salida: olvidarse del KERS y correr con los gastos.

No me preocupa demasiado, la verdad, aunque me jode que en aquella hipotética última conversación con mi abuela se me olvidara mencionar que andaban por medio Bernie y Max, porque de haberlo hecho, la buena de María Mendiola, mi anciana progenitora, me habría dicho: ¡que les den!, y razón que llevaría.

6 comentarios:

Mai dijo...

La verdad es que la parrilla es el mundo al revés.
Saludos!!!

Anónimo dijo...

A estos dos gorrinos cuando los apartan. Si el Kers solo sirve para ir mas lento, mejor se lo guardan, que vaya mierda de clasificación hemos soportado. Bien por Brawn y por Williams, pero me parece una cagada que el resto de la peña no haya corrido una mierda, y estoy de acuerdo contigo con que no es por los difusores, el Kers está siendo un lastre.

csm dijo...

Jose, Amén!

Concha

Anónimo dijo...

Yo como Jose cuando lo de el Campeón por puntos (eso creo, vamos) a mí me gusta ver competición, y el enano cabrón ha dado en el clavo. Crisis, ¿Qué crisis?

La F1 ahora se va a forrar!! (Teniendo en cuenta que hay crisis, claro!)

Saludos a tod@s

Lettev

PiratF1 dijo...

A mí no me fastidia que haya listos y tontos en la parrila, de ambos los ha habido toda la vida. A mí lo que me fastidia es que los dos más listos de la clase son los del geriátrico. Ellos tienen su espectáculo, ¿a costa de qué?, les da igual, pero si Ferrari o BMW o McLaten se les inchan las "balls", se les acaba el invento. Entonces es cuando vendran medidas semiarbitrárias a favor de los grandes para que no se les escapen.
Me parece genial lo de Brawn, la rebelión de los "débiles", que cualquiera es débil con el presupuesto del año pasado que tenía en Honda, pero lo que me parece fatal es el doble rasero, ahora sí, ahora no. En un circuito de curva rápida, llevan mucha ventaja. En cuanto al "parato de marras", según la 6 las baterías van debajo del culo del piloto. Segun el Nano, la diferencia no es abismal (yo creo que la eficiencia de las baterías no es la que le suponímaos), aunque Timo berreab por la radio que cada vez que intentaba pasarle, el del rombo le daba un empujoncito al trasto.... hasta que le ha pillado con la batería en mínimos y le ha pegado el hachazo.
Yo de los equipos con parato les exigiría a los del geriátrico que les devuelvan la pasta o se van. Maldita sea la gracia que debe haber hecho en algunos casos el gastarse HASTA 100 KILOS, de los de ahora(De la Rosa dixit) en un trasto que con unos plomos de a euro los 100gramos, va que se zumbaaaaa!!!!!

Saludos maestro.

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Hola a todos ;)

Voy a matizar algo, porque si existe un reglamento es para que pueda ser aplicado, no interpretado.

Si planteas una necesidad (KERS) y permites una solución que no lo contempla y que es más eficiente desde una lectura creativa, la cosa no es buena, se mire por donde se mire.

Red Bull, BMW y Renault, por ejemplo, han aplicado ingenio a la normativa sin manipularla y logrando resultados como vimos ayer con Vettel y Kubica, que iban sin KERS.

Un abrazo

Jose