jueves, 29 de marzo de 2012

En mitad del desierto


Apenas a un mes vista, Ecclestone sigue empeñado en que el G.P. de Bahrein se va a seguir celebrando, y aunque el año pasado también se afirmaba lo mismo, incluso con el refrendo del informe perpetrado por don Carlos Gracia para la FIA, al final Sakhir dejó un hueco en el calendario que no fue rellenado ni cuando se propuso como alternativa, al final de la temporada.

Ante estas cosas uno nunca sabe qué pensar. Por un lado, Bernie es un tipo que juega sus cartas hasta las últimas consecuencias, y es sabido que antes de tener que doblar la rodilla prefiere siempre que la doble su compañero de partida. Por otro, el emirato no está para muchas flautas, y aunque al parecer han remitido los incendios civiles que lo asolaron el año pasado, el calentón de la plebe sigue estando patente y por ello no parece demasiado adecuado que la F1 pasee sus oropeles ante un ambiente todavía caldeado.

La seguridad de El Circo, sus integrantes y adláteres, se dice que está asegurada, lo que no es óbice ni cortapisa para que tomemos el asunto con suma cautela, pues ya sabemos lo que puede suceder como haya una miserable grieta en el siempre frágil hormigón armado de la seguridad asegurada, aunque ésta se celebre en mitad de la nada.

En fin, que por no distraerme con digresiones sociopolíticas ni meterme en debates estériles sobre la ponzoña que supone ir de rico en un país que sufre abundante desigualdad y pobreza, quería hoy planear sobre el aspecto deportivo de la cosa, porque de aquí a que lleguemos a Europa, mal que nos pese tenemos esta incógnita plantada en mitad del desierto a la salida del G.P. de China.

Estratégicamente hablando, hay quien piensa que la ausencia de Bahrein por segundo año consecutivo beneficiaría a Ferrari —no sé por qué, pero a la italiana le beneficia cualquier sarao—, pues supondría un pequeño receso para tomar aire en el esfuerzo que está realizando la de Maranello por afinar su F2012 antes de que comience a ser demasiado tarde, que podría ser utilizado para plantarlo en España con abundantes mejoras ya probadas, y por tanto con mayores márgenes de maniobra de cara al verano.

No opino lo mismo. La evolución del cacharro rosso precisa de un continuado trabajo en pista, y una prueba menos en el campeonato podría suponer un soberano tropiezo, porque el delicado F2012 depende de cada kilómetro que corran Felipe y Fernando, los viernes, los sábados y los domingos. 

Sakhir, por sus características, resulta muy interesante. Sus exigencias como trazado supondrían un bonito test para el conjunto de suspensiones pull-rod del monoplaza de La Scuderia, pues el equilibrio de los vehículos para Bahrein tiende a ser lo más neutro posible, por aquello de lograr suficiente apoyo en las curvas rápidas y rectas y traccionar adecuadamente en las lentas. Además, en el apartado aerodinámico, el circuito del emirato es de los llamados de carga media, aunque algo más ligera que la configuración usada para Australia y Malasia, lo que sitúa al F2012 ante un escenario bastante asequible...

No, sinceramente no me parecería que Ferrari obtuviera ninguna ventaja del triunfo de la razón sobre tanto dislate como acostumbra a ofrecernos Bernie como primer plato donde a la F1 no se le ha perdido nada, si como me pide el cuerpo, el G.P. de Bahrein dejara otra vez vacante su puesto en el campeonato.

1 comentario:

Aficionando dijo...

Algún ñu habrá que culpe a Alonso o a Montezemolo de organizar en la sombra la inestabilidad de Bahrein... eso seguro.
Ya está algún medio haciendo correr la especie de que si Massa va tan mal es porque es el probador de las piezas de Alonso.
Yo diría a eso: pues sí que son malas esas piezas. Menos mal que tenemos a Massa...