lunes, 26 de noviembre de 2012

¡Bienvenido a casa!


Una de esas noticias que pasan desapercibidas como las buenas acciones y las alegrías en los telediarios, ha sido la de que mi Felipe está de vuelta.

Escribí no hace mucho sobre lo bien que le había venido al paulista que Pirelli, la Pirelli que no quería interferir en el campeonato, endureciera sus compuestos del verano a esta parte, porque el brasileño, hombre de coraje y temple bridgestoniano, naufragaba de mala manera con las Pirelli, las Pirelli ésas que no querían postularse como juez y parte para no beneficiar a nadie.

Imagen de marca


Hace un año más o menos, hablando con un amigo vettelista, éste me decía que no sería bueno para el negocio que Sebastian ganara por tercera temporada consecutiva. Yo le contestaba que conociendo a la peña esta que lleva el susodicho negocio, me esperaba cualquier cosa…

Ya hemos llegado a ello. El niño va camino de barrer del mapa a una generación completa de aficionados, que si no se caen de la mesa es porque existen tipos sueltos por ahí como Alonso, Hamilton, Raikkonen o Button, a quienes el alemán no llega ni a la altura del zapato, todavía.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Orpheus In the Underworld


Sospecho que ahora mismo habrá una buena cantidad... Da lo mismo, que una buena o mala cantidad de gente ande rascándose los bolsillos por ver si tiene calderilla suficiente como para saber a qué demonios estoy jugando, no hace sino ratificarme en que hoy es uno de esos días buenos que merecen ser vividos.

Prometí tregua a Vettel hasta que no estuviera todo el pescado vendido y hoy me he puesto en el IPod el can-can firmado por ‪Jacques Offenbach‬ para su Orfeo en los Infiernos, porque si yo fuera Sebastian, que ni lo soy ni ganas que tengo, estaría lamentando y no celebrando esta mierda de título que ha ganado, y es que mañana nos hablarán de Prost y su calculadora, de lo bien meditado que estaba todo, pero sobre Interlagos ha quedado un chiquillo superado por las circunstancias, que ni ayer pudo sentar sus reales ni hoy ha sabido enfrentarse a la prueba de demostrar que es, como insinúan los números, el mejor piloto de la parrilla.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Dos escuderos a hostias


Ya tenemos Interlagos encima. En un par de días los coches comenzarán a rodar sobre el circuito paulista y en nada, nos desayunaremos felices o pensando en que tal vez el año que viene sea al bueno.

No se puede negar que la temporada ha estado maja, como decimos por aquí arriba, al menos hasta que Red Bull tuvo la ocurrencia del salvar el WRC y comenzaron a suceder cosas raras en la F1, y al hilo me gustaría dejar escrito de nuevo, que maldigo este tipo de cosas, porque el asunto iba lo suficientemente bien sin intervenciones mayúsculas, como para que se pudiera pronosticar en el horizonte terminal un final de infarto más auténtico que el que comenzaremos a sufrir en menos de 72 horas.

martes, 20 de noviembre de 2012

¡Qué pereza!


La máxima que proclama que los campeones siempre disponen del mejor coche tiene los pies de barro, porque gracias a Dios no siempre ha sido así.

Desde que se instaurara el Mundial de Marcas en 1958, hace 54 años a falta de que termine esta sesión y sean 55, ha habido 10 ocasiones en las cuales el mejor piloto y la mejor marca no han coincidido, o dicho de otra forma: 10 instantes concretos en la historia de nuestro deporte, en los que el supuesto mejor vehículo no ha podido dar el título a uno de los hombres que lo conducían. En todo caso, la desviación del sofisma se cuantifica en algo más del 18%.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Ven, Capitán Trueno


Cuando la palabra imprescindible pierde todo su sentido, pues surgen por doquier alabanzas al ingenio de Newey sin calar en el fenónemo que explicaría por qué Red Bull, a pesar de las apariencias, no ha sido la misma en las dos últimas pruebas que en Buddh y carreras anteriores, comenzando a dar evidentes muestras de fatiga, me pregunto qué tipo de sortilegio tiene hechizados a algunos periodistas y aficionados para que no dejen de vapulear a Ferrari mientras ocultan arteramente las vergüenzas de la austriaca.

La calificación de Abu Dhabi resultó para los azules casi agónica si comparamos su ejemplar dominio en Japón, Corea e India, con los tristes resultados obtenidos en Yas Marina. Aquel sábado de hace dos semanas, Vettel zumbaba un muro y llegaba a meta sin gasolina, mientras Webber se rendía ante Hamilton. El domingo siguiente, Mark desaparecía del mapa sin ser capaz de doblegar a Fernando. Sí, Sebastian volaba, pero le costó lo que no está escrito superar a Jenson con una zona de DRS hecha casi a medida para los de Milton Keynes.

Balas de fogueo [Austin]


En pleno Oeste americano, casi en el corazón del Western cinematográfico, aunque sin reses ni cow boys, un circuito sosote como el COTA (Circuit of The Americas) se proponía como el momento adecuado para que el alemán de Red Bull o el español de Ferrari despejaran sus respectivos caminos en pos del título mundial, aunque terminó convirtiéndose, gracias a Pirelli y sus cosas, en una segunda vuelta de lo visto en Abu Dhabi, de manera que si en el trazado asiático era Sebastian quien minimizaba daños perdiendo tan sólo 3 puntos, en el americano, era Fernando quien cedía los 3 ganados hacía quince días, devolviéndonos al escenario sugerido tras el G.P. de India, con 13 puntos de separación neta entre el líder y su más directo —y único— rival.

Podríamos decir que Ferrari no pudo o supo estar a la altura (creo que hay matices que procuraré ir desgranando estos próximos días), y al hilo, que Red Bull desperdició la penúltima bala de su revólver, entre otras cosas, por la aparición en escena de un Lewis Hamilton que cumpliendo todos los pronósticos, ni sufrió problemas en su vehículo (oh, my God!), ni quiso perder la oportunidad de brindar a su equipo una victoria de despedida.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Losing my mind


Sé que lo va a hacer y que mañana tendré que dar cuenta de mi pequeño gran secreto (así y todo, a lo mejor me lo pienso dos veces y lo dejo para después de Interlagos), pero si no ocurre, como auguran algunos, sospecho que no pasará nada, que no se acabará el mundo y todo eso, porque lo importante en esta vida son los instantes vividos y no sus consecuencias, por mucho que digan...

Sé también que para hacer de ángel, aunque sea caído, conviene asomarse a la cornisa del acantilado para saltar al vacío antes que nadie, porque luego, cuando todo el mundo se sienta con alas, lo suyo, lo mío, lo nuestro en definitiva, carecerá completamente de sentido.

La cicatriz del Geyperman


Como muchos niños de mi generación, pasé buena parte de mi infancia soñando con que algún día tendría un Scalextric y un Geyperman. Si tardé muchísimo tiempo en hacerme con una pista mágica que pude comprarme con los primeros ahorros del fruto de mi esfuerzo, debo confesar que aún no he cumplido el sueño de tener entre mis manos un muñeco articulado de aquellos que envidiaba cuando crío.

No ha sido por ganas o por posibles, comprenderéis. Dispongo en mi estudio de más de media docena de maniquíes de plástico escala 1:6 que me ayudan a la hora de confeccionar mis dibujos más complicados, incluso guardo como oro en paño los restos del Madelman arqueólogo que me regalaron mis padres pensando en que venía a ser lo mismo, pero no tengo un Geyperman y dudo que llegue a comprarlo...

sábado, 17 de noviembre de 2012

¿Algo en claro?


De las múltiples posibilidades que nos ofrece la actual F1 para meter la gamba —del italiano gamba (pierna), término proviniente a su vez del latín vulgar camba (pata de caballo, acémila o burro)— en la lectura de carreras, poner la lupa sobre lo que ocurre en las sesiones de entrenamientos libres suele ser la que más errores de estimación puede originar —la ausencia de datos fiables sobre la cantidad de combustible utilizada en cada monoplaza, así como sobre los diferentes componentes que implementados en los vehículos están siendo simplemente probados o las rutinas diseñadas en cada equipo, origina una cascada de información en la que resulta complicado discernir de qué palo van cada piloto o escudería—.

Si la tercera sesión de los mismos viene a suponer una especie de entremés que sirve para que los más aventurados puedan organizar sus ideas a la hora de encarar lo que puede suceder en la fase de clasificación, y prever en algún sentido siempre incierto lo que puede suceder en carrera, los entrenamientos del viernes son terreno abonado para especulaciones más o menos miserables, razón por la cual suelo dispensarles un aprecio razonablemente cauteloso.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Perplejidad en tiempos revueltos


No se alarmen ustedes. He pasado una tarde tranquilita paseando, haciendo algo de compra para el fin de semana y poniendo ruedas nuevas a la jaula de Roque —nuestro lorito barranquero, cuyas opiniones sobre Lotus, Boullier y Kimi pudieron ser escuchadas en uno de los podcast más surrealistas que tuve oportunidad de grabar con mis compañeros de Starting Grid Podcast (¡cómo os echo de menos, canallas!)—, y al bajar al estudio a pasar el rato antes de cenar, me he dado de bruces con la noticia de que la FIA piensa en utilizar una especie de carné por puntos para el año que viene.

Estoy mayor para estas cosas, lo reconozco, y también confieso que se me ha quedado el careto como al de los protagonistas de la imagen que decora esta entrada (¡elijan, por Dios, elijan la que más les guste, que juro por mis muertos que encajo en cualquiera de ellas!), porque habiendo por ahí una superlicencia que viene a ser como el summum de las licencias de conducir, que cuesta un pastizal es esquisita y todo eso, lo de poder quitarle puntos canta a pérdida irreparable de pedigree.

Sin piedad


Díficiles se están poniendo las cosas. La escudería que decía aquello de que prefería ser segunda a hacer trampas como Ferrari, anda subidita de tono envuelta en rarezas que deberían estar en el punto de mira de Santiago Camacho e Iker Jiménez, y subiéndolo aún más aprovechando que su matriz invierte sólo en eventos y figuras deportivas, patrocinando atmósferas y bebiendo vientos sin soltar un duro en publicidad directa, en apariencia sin comprar a nadie, vamos.

Hace no tanto, alabé que la austriaca se quitara definitivamente la máscara de ingenuidad con la que ha mareado la perdiz de la honra deportiva mientras ganaba dos títulos consecutivos, y le di la bienvenida a este mundo de barro y fango donde nada es lo que parece, pero donde conviene no forzar las dicotomías porque se te acaba viendo el plumero.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Tal vez no era tan nuestra


La aventura de HRT pende de un hilo que no es precisamente el de Ariadna, sino uno mucho más frágil que aquél que ayudó a Teseo a salir vivo del laberinto donde moraba y murió el Minotauro, ya que como es público y notorio a estas alturas de la tarde, nuestra escudería ha sido puesta a la venta mientras un ERE ha mandado al paro a buena parte de la plantilla, vamos, a los que no van a ir ni a Austin ni a Interlagos.

El asunto podemos cogerlo como mejor nos plazca, desde el prisma de a quién se le ocurre acostarse con un banco, a desde aquel otro de que HRT lleva encima un año que no da ni para pipas, aunque bajo mi humilde punto de vista, el asunto tiene más que ver con esa forma de hacer negocio que escenifican desde Bernie hasta el último mono del paddock, y en la cual, la participación de una escudería, sea española o luxemburguesa, la convierte inexcusablemente en víctima o en verdugo según sean los vientos que soplen, porque ya se sabe, o debería saberse, que esto de la F1 es un puñetero negocio entre tiburones que hace años se quedaron sin boquerones que llevarse a la boca, pero que siguen teniendo hambre de la peligrosa.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Juegos de guerra


Dice la sabiduría reciente que la magia fue durante buena parte de nuestra historia, una respuesta racional al natural desconocimiento del ser humano. Y hete aquí que cuando nos creíamos espabilados del todo, descubrimos que la incertidumbre, esa vieja amiga de la duda, sigue haciendo presa de nosotros.

El domingo bosteza antes de irse a la cama en Gorliz. Marnie, mi perrilla vieja, duerme a mis pies soñando que la protejo mientras doy rienda suelta a estas líneas, como sueña otras veces que soy su lazarillo cuando trata de encontrar el mundo a través de sus cataratas. Pegada a mis piernas o buscando mi voz, o mi contorno si estoy demasiado lejos, salvamos juntos nuestros respectivos miedos diarios. Yo sintiéndome algo pesado por tanta responsabilidad como recae sobre mis hombros, quejándome a veces, otras mimándola, para que sepa siempre que me sigue importando como cuando destruía mis libros con sus dientes de leche o cuando me comía la cara a lametones, que lo sigue haciendo; ella, reacia a entender que es uno de los eslabones más duros de la cadena de fragilidades que me sujeta a este convenio trazado por mayores en el que cada vez queda menos espacio para intentar seguir siendo pequeño.

‪Desperate housewives‬


Wisteria Lane es un vecindario como otro cualquiera salvo por las peculiaridades que adornan a las mujeres desesperadas que lo habitan. Con ellas, el idílico escenario se transforma o se transmuta, que queda más culto, dando cabida a ilusiones, a desilusiones, a alianzas y por supuesto, a pérfidas o inocentes traiciones. Bien pensado, por su fauna y contexto, el paddock podría ser perfectamente el imaginario y electrizante barrio de Fairview…

Queda un suspiro para que termine todo y sepamos en qué queda. Mientras esperamos atentos a ver qué sucede cabe hacer todo tipo de quinielas, incluso a comprarlas ya rellenadas. Sin ir más lejos, Niki, nuestro Lauda de toda la vida, ya ha hecho la suya, dando a Vettel como el tricampeón más joven de la historia, descartando así a Fernando Alonso porque dice que Ferrari no puede con Red Bull y ésta no va a volver a cometer los errores de Abu Dhabi (sic).

sábado, 10 de noviembre de 2012

El cascabel del gato


«Si nos dedicamos a trabajar únicamente en el motor para aumentar la velocidad en un 1%, tal vez nos tome tres o cuatro años y cueste muchísimo, pero si se recurre al túnel de viento podemos tener ese mismo resultado en mucho menos tiempo.» 

Aunque por su calado parezca atribuible a Enzo Ferrari, la frase que abre esta entrada es de Mike Gascoigne, y aunque ya la utilicé en tiempo cercano a haber sido pronunciada, allá como a comienzos de 2011, lamentablemente para nosotros sigue disfrutando de plena vigencia, porque señala con el dedo la pesada realidad que vive nuestro deporte, una ecuación que en vez de resolverse vía excelencia, lo hace a través de un atajo que prima el rendimiento económico sobre otro tipo de condicionantes.

jueves, 8 de noviembre de 2012

¡Suerte, Lewis!


Quedan dos carreras para que Lewis Hamilton abandone definitivamente la patera que le trajo hasta la playa de la F1. Corría 2007, Pedro de la Rosa estaba llamado a ser el sustituto de Kimi Raikkonen, quien había sido contratado por Ferrari para sustituir a su vez, a un Michael Schumacher que había sido jubilado precipitadamente por la cúpula de Maranello.

El barcelonés, que ahora liba sus días como piloto en HRT, jamás llegó a disfrutar de aquel merecido asiento porque una jovencísima incógnita se lo había arrebatado, a pesar de haber resuelto con notable la papeleta de cubrir el hueco dejado por Juancho Montoya en la de Woking la temporada anterior. Aquellos supusieron los últimos auténticos tiempos revueltos que ha vivido nuestro deporte. El dinero no parecía tan importante como ahora, aunque en el fondo lo era. Carlos Goshn, durante 2006 había hecho pender más de lo debido, la espada de Damocles de la viabilidad económica sobre La Règie de Briatore y aquella fue razón suficiente para que el por aquel entonces vigente bicampeón del mundo, un asturiano apellidado Alonso, decidiera jugarse su futuro a una carta, cambiando la escudería que le daría cobijo de nuevo en 2008, por el anzuelo edulcorado que le tendió Ron Dennis.

Esa peaso fistro de guagua


El australiano salió mal, como en Corea más o menos, o como en otras tantas ocasiones. Tuvo destellos en las primeras vueltas peleando con Fernando, pero a partir de que el asturiano le ganara la mano definitivamente, lo de Mark fue ir diluyéndose como si en vez de llevar un Red Bull de los finos llevara una guagua.

Hay quien ha querido ver en todo esto un cambio de estrategia, una llamadita del muro, vamos, una salida B porque parar al Nano resultaba inviable. Mark, tío, empieza a hacerte el longis por el asfalto a ver si pescamos algo, o algo así pero en british language y ruidito de radio de fondo, y el aussie que no es Kimi sino más educado, en vez de decirle a su ingeniero que le dejara en paz, se tomó con todo el celo del mundo la sugerencia.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Vales lo que tu última carrera


No deja de resultar absurdo que a estas alturas de la película haya quien siga negando la posibilidad de que a un piloto se le critique, en base a un argumento tan pobre como que no tiene que demostrar que sigue manteniendo un nivel alcanzado en determinado momento de su carrera.

Si así fuera, a Michael Schumacher, por ejemplo, no se le podría reprochar absolutamente nada de lo que ha hecho tras su retorno. Es uno de los más grandes, los abundantes números que atesora su vida profesional son apabullantes, y por tanto, siguiendo el discurso que están enarbolando algunos para neutralizar el hecho de que Vettel no nos satisface a otros, no cabría poner un miserable pero en el historial reciente del de Kerpen.

martes, 6 de noviembre de 2012

¿Hay esperanza?


La esperanza es lo último que se pierde, y os lo dice uno, yo, a quien no se le caen los anillos en reconocer que a veces el optimismo puede ser también causa de muerte.

La última vez que tuve conciencia de pecar de optimismo, sostenía contra mi pecho un pajarillo de unos días al que había intentado salvar de no sé que mal augurio mientras él, ajeno a las lágrimas que lamían mis mejillas, me dedicaba un adiós cálido como no recuerdo haber recibido jamás.

Subidón, subidón


Mientras el sr. Adelson nos coloca en Madrid un Eurovegas, el sr. Ecclestone planta un circuito en Austin como quien pone el primer pino en una ladera que se promete bosque de coníferas. 

Lo cierto es que EE.UU. (¡ánimo Barack, mucho ánimo!) dispone de una amplia y arraigada tradición automovilística, incluso con trazados que hasta hace relativamente poco han albergado la F1, pero como venía diciendo, el circuito texano se plantea como un retorno de lo nuestro al otro lado del Atlántico y a tal fin, como el primer jalón de una nueva aventura deportiva precisamente en un territorio que respira aventura por cada uno de sus poros.

lunes, 5 de noviembre de 2012

¡Yassss, Marina! [Yas Marina]


Discúlpenme lo travieso del título. Ayer tarde quise sentar las bases de lo que sigo considerando una tomadura de pelo por parte de la FIA (a lo extraño que se ha puesto el campeonato de la noche a la mañana me refiero) para acometer hoy mi crónica personal de la carrera en Abu Dhabi, y sin querer he vuelto a herir sensibilidades, así que después de haberme dormido a las tantas y haber desterrado el sueño como quien dice hace un rato, casi mientras comía, lo menos que puedo hacer es buscar la sintonía y sensibilidad que al parecer me falta, de ahí que me haya dado por enfatizar con admiraciones y onomatopeya lo más obvio que he encontrado a mano: el nombre del circuito.

Dicho lo cual y por aclarar aún más las cosas antes de meterme en harina, lo que venía a decir ayer con mi verbo florido no era otra cosa que no me parece de recibo convertir en una decisión estratégica una sanción aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid.

domingo, 4 de noviembre de 2012

¡Penitenciagite!


Hoy, como anteayer, seguimos estando de enhorabuena. Si hace unas horas me felicitaba públicamente y ante vosotros especialmente, porque Red Bull dejaba de ser una empresa de hacer bebidas y embotellar récords para bautizarse como escudería con sombras, hoy lo hago porque los que no compraban remontadas como sinónimo de calidad, andan hoy más bravos que un gorila que se ha pasado con la dosis de Viagra.

Sí, Vettel lo ha hecho, y ya iba siendo hora, ¿no? Y aunque suene un poco chungo que en una carrerra haya adelantado a más pilotos que casi los que lleva caneados en toda su vida deportiva, no voy a ser yo quien enfríe los ánimos de los vettelistas, a quienes desde aquí mando un abrazo sincero, pero sí quien ponga algunos puntos sobre algunas íes por evitar que la FIA siga tomándonos el pelo, o al menos, que si sigue haciéndolo, sepamos por dónde vienen los tiros.

Ora pro nobis peccatoribus


A pesar de que sabemos de sobra que permanecer bajo la luz de los focos resalta los arañazos en superficie más imperceptibles, Ferrari sigue siendo hostigada por propios y extraños hasta el punto de aparecer totalmente distorionada.

El F2012 no es un coche avasallador, tal vez ni siquiera triunfador, lo que no impide que en la actualidad esté defendiendo la segunda posición en el Campeonato de Marcas y que además esté luchando por el de Pilotos, aunque ambas circunstancias pasen a menudo desapercibidas en plena orgía de críticas.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Una mala tarde la tiene cualquiera


La calificación del Gran Premio de Abu Dhabi no deja de depararnos sorpresas, la última, la sonrisa que se le ha encendido a más de uno porque Sebastian Vettel sale último de la parrilla.

No quiero ser aguafiestas, pero el chiquillo, sí ése, puede meterse entre los primeros seis pilotos en liza antes de que se hayan consumido los veinte primeros giros. El doble DRS del RB8, en una doble zona cuya primera parte ha sido ampliada en 80 metros, va a suponer una bendición en esa remontada épica que le falta protagonizar al de Heppenheim para abrillantar más su curriculum, en un nuevo jalón para su historial que sin duda ha hecho acto de presencia sobre la mesa de la FIA mientras ésta deshojaba la margarita de la penalización que le iban a meter por habérsela jugado esta tarde con gasolina para un mechero.

Ser segundo


¡Así me gusta, con las cartas boca arriba, sin medias tintas, sin melifluidades. A la cara, como diría aquél, y el otro, y el del al lado del otro!

La maquinaria que en 2010 proclamaba a los cuatro vientos que prefería quedar segunda a ser primera como Ferrari (había ocurrido aquello que sucedió en Alemania), acabó ayer tarde por desterrar definitivamente la idea de que es una empresa que sólo hace latas de bebida portentosa y embotella campeones y récords. ¡Bienvenida a la F1, Red Bull. Ya eres una escudería de pelo en pecho!

viernes, 2 de noviembre de 2012

Nira y el Dr. House


España es un país ciertamente especial. A la serie de presidentes raros que elegimos cada cuatro años y que no satisfacen ni a Tirios ni a Troyanos, mucho menos a nosostros, aunque no movamos un dedo por evitarlo, por supuesto, hay que sumar la carterva de elementos que dirigen lo que sea o participan en lo que sea, o son simplemente lo que sea que sería manifiestamente mejorable, y que siempre son puestos en aojo y cuestión porque desde el sillón y la barrera el mundo siempre se ve mejor y las estrategias siempre son más idóneas, y los récords más asequibles, y la información más clara, y tal y tal...

Esta misma mañana, por ejemplo, Nira Juanco, periodista que desempeña su labor de informadora para Antena 3 al lado de Antonio Lobato y Jacobo Vega, ha sufrido un percance (por llamarlo de alguna manera) a cuenta de las sandalias que llevaba puestas en Yas Marina.

Estas cosas pasan


La corriente vettelista de la cosa considera triste que Ferrari haya puesto en Maranello alrededor de una maqueta escala 1/18 del RB7 de 2011 (Minichamps), un círculo de velas negras para impedir que su fiabilidad se transparente en el RB8 con el que la austriaca va a defender sus opciones de aquí a que termine todo.

Puede ser triste y lo reconocería, si no fuese porque deconocemos hasta qué punto en Milton Keynes no se hizo vudú durante el verano sobre una figurilla de trapo con un par de cabellos de esos que se deja Fernando en el suelo cada vez que se atusa el pelo tras quitarse el casco, porque por encima de dominios mágicos o estratosféricos, coches malos y coches buenos, aciertos o fracasos de diseño, lo que ha hecho auténtico daño a La Scuderia han sido esos puntitos que se perdieron en Bélgica y Japón.

jueves, 1 de noviembre de 2012

El azote de Milton Keynes


¿Qué sabemos del F2012…? Reformulo la pregunta, ¿qué sabemos en realidad del F2012? Pues apenas nada, para ser sinceros. Dicen que chuta poco pero va mejor que el 150th Italia, que iba mal por las mismas cuestiones ignotas que el nuevo vehículo de Maranello va mal yendo bien, ¿me siguen? Por la misma razón inexplicable, el RB8 de Red Bull va mayúsculo yendo no tan bien como se dice, entre otras cosas porque cuando iba mal también iba bien. No sé si me siguen, aunque desearía que así fuera.

Agradecería ser menos heretodoxo, lo reconozco, pero es lo que hay y aunque mis lectores más añejos saben de sobra lo que pueden esperar de mi humilde forma de ver las cosas, a los nuevos cabe avisarles del peligro que corren, siquiera para que no se lleven a engaño.