martes, 19 de febrero de 2013

FW35 The Grove challenger


Si la belleza puntuara en F1, daría ex aequo el campeonato, y ahora mismo, al STR8 de Toro Rosso y al FW35 de Williams que ha sido presentado hoy mismo en el cirtuito de Montmeló, al inicio de los segundos entrenamientos oficiales de pretemporada. Y su tuviera que deshacer el empate técnico, aunque confieso que pestañaría un poco, también admito que seguramente me decantaría por la máquina de Grove para este año.

Dicho lo cual, el monoplaza de Williams es el último de los participantes que hace acto de aparición, oficialmente, se entiende, con lo que podemos par por cerrada la parrilla 2013 constatando que como se preveía, las líneas maestras de la práctica totalidad de vehículos coinciden.

Así las cosas, el FW35, consecuencia lógica de su antecesor el FW34, se adapta al nuevo contexto y nos presenta un morro elevado que ofrece en la parte delantera un generoso espacio abierto enfocado a recibir el flujo delantero, que previo paso por el splitter, recorrerá los laterales del coche con dirección hacia una zaga limpia de formas y muy amplia de dimensiones interiores. En este sentido, los pontones parecen muy bien esculpidos en aras a servir correctamente a la tarea de aprovechar los flujos bajos y circundantes de la carrocería, para encauzarlos sin obstáculos hacia unas salidas de escapes —que se dibujan al estilo Coanda en acequia curvada, más adelantadas que en el caso del Williams de 2012—, desde donde serán gobernados para ser enfocados hacia la parte alta del difusor y el vano del alerón trasero.

Distinguida por una terminación del cubrecapot muy similar a la ya vista en el FW34, redondeada y dotada de una gran aleta, la carrocería alta parece haber sido dibujada de una pieza. Así, desde la punta de la nose hasta la finalización de los pontones, pasando obviamente por los aledaños del habitáculo y la carcasa trasera, sólo divisamos curvaturas limpias que parecen servir para llevar los flujos superiores al encuentro de los inferiores en la parte final del monoplaza, sobre la parte visible del fondo plano, el área del difusor, y por supuesto el espacio que surge bajo el ala posterior y sus soportes.

Dotado de push-rod trasera y pull-rod delantera, el FW35 se insinúa sobre el papel como una bonita apuesta por la velocidad punta y de paso por curva, lo que sin duda sintoniza con las prestaciones del RS27 de Renault que lleva en su interior, un motor que como sabemos, no es el más potente pero sí el más versátil de la parrilla, lo que hace necesario un buen trabajo aerodinámico para poder exprimirlo.
A falta de ver cómo evoluciona sobre la pista y cómo se desenvuelve con las Pirelli, al de Grove de este año le voy a dar un notable alto porque me recuerda al F138 de Ferrari, y porque un Williams es siempre un Williams, y si además es precioso, más aún si cabe.

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