sábado, 16 de noviembre de 2013

Tres claves y una coma


Cuatro días desconectado del mundo y a la vuelta, todo parece tan distinto… Es broma, por supuesto, pero en fin, a pesar de la presencia atosigante de una silly season que no nos quitamos de encima ni con agua caliente y vinagre, creo sinceramente que sigue habiendo espacio para una Fórmula 1 en la que lo realmente importante suceda en la pista a pesar de que los focos, a falta de materia prima para explorar donde sería deseable, tiendan a iluminar esa zona de sombras que lamentablemente abunda en el paddock.

Semana intensa ésta que hemos vivido. Por un lado, Fernando ha seguido recuperándose de su golpe en Abu Dhabi, mientras Kimi pasaba por el quirófano y Felipe recibía un edulcorado baño de multitudes en el que se echaba en falta que Rajoy le hubiera prestado el plasma a don Luca para que el Nano pudiera haberse sumado al homenaje que hacía Ferrari a su compañero en Mugello (a ver si esta misma tarde encuentro hueco y expongo lo que pienso al respecto).

Por otro, Massa pasa definitivamente a Williams y todo indica que Maduro ha transigido con esas cosas malas del capitalismo que tan poco le gustan, permitiendo que Maldonado se suba a un Lotus el año que viene. Al hilo, Hulk, que como Iceman llevaba tiempo sin cobrar, ha recibido lo que se le adeudaba aunque dicen que la pasta ha salido de Maranello para evitar así que Lotus luche por el segundo puesto en la de constructores, a la par que a Pérez le daban la patadica en McLaren, cambiándolo para 2014 por Kevin Magnussen. Como colofón, Heikki vuelve al ruedo para Austin e Interlagos cubriendo el hueco dejado por Raikkonen en Enstone…

Creo que no me dejo nada, pero de todas formas, aunque todo esto se nos acabe en nada, como diría aquél, sin haber tenido apenas tiempo de tomar aire, en un par de semanas volveremos al cansancio extenuante de hacer quinielas como quien levanta castillos de naipes, así que aunque parezca temprano para estas cosas, me apetece retomar el pulso pasando de los focos que mencionaba antes para hacer un repaso de la temporada esbozando a vuelapluma lo que a mi parecer han sido sus claves. Tres concretamente. A saber:

En primer lugar, la pésima planificación del cambio reglamentario que acontecerá el año próximo. Y es que antiguamente, cuando la F1 era un espectáculo en sí misma, los tránsitos eran más llevaderos, cuando no se solapaban en el tiempo con las etapas pasadas, dando lugar a etapas en las que abundaba la creatividad. Pero en la era moderna, la modificación radical del escenario acarrea lo que suelo denominar temporadas estúpidas, como la que sufrimos en 2008. Muermos indigestos que sirven de antesala a lo que viene porque los equipos tienden a concentrarse en el futuro mientras dejan morir el presente para aburrimiento del respetable. Así, bajo mi humilde opinión, 2013, por mucho que nos vendan la burra como yegua, pasará a la historia como un episodio puente que ha estirado hasta la extenuación el ya olvidado 2012, ofreciéndonos muy pocas novedades técnicas que a la postre han impedido que haya habido sorpresas. 2014 llamaba a la puerta y quien más y quien menos, ha respondido allá como en verano… Fin de la historia.

En segundo, la horripilante planificación de un calendario en el que han destacado los sangrantes huecos entre prueba y prueba y han abundado los 2×1 en semanas consecutivas, se supone que para que no se nos fueran los meses de las manos, cuestión que opino, ha ayudado a que los alicientes de la sesión hayan encontrado mejor caldo de cultivo fuera de los circuitos que dentro de ellos.

Y en tercero y no menos importante, la FIA y su incapacidad manifiesta para gestionar adecuadamente un escenario que de nuevo y a pesar de su aparente extrema sencillez, se le ha vuelto a ir de las manos de forma irresponsable. Y la prueba más palpable la tenemos en el denominado Pirelligate que nos aturrulló a finales de primavera y comienzos de verano, aunque cabe decir que si escuderías como Mercedes no hubieran dispuesto de tanto hueco en el calendario y si la elección del proveedor único de neumáticos fuese algo más racional y mucho menos instintiva (por llamarla de alguna manera), a lo mejor nos habríamos ahorrado el susto… el juicio… y lo que vino después…

Pero no quiero dejar pasar la oportunidad de poner la coma a esta entrada: Pirelli, sí, la empresa de compuestos que ha viciado de contenido en campeonato y para colmo ha ensuciado en el camino al hoy por hoy tetracampeón del mundo más joven de la historia.

Y nada más. Nos leemos.


1 comentario:

GRING dijo...

Pues me parece que te dejas una cosilla. El desplante de Lotus a su piloto reserva, Davide Valsecchi, campeón de la GP2. Me da que pensar tres cosas: El poco valor que tiene actualmente la GP2, lo que debe hacer pensar a quien pone en esta categoría su tiempo, esfuerzo y, sobre todo, dinero. El valor en la F1 actual de ser piloto reserva, que tiende a cero,por lo que debería llamarse piloto "crianza".Y la curiosa relación que hay entre los equipos motorizados por Renault en la parrilla actual. Ahora sólo falta que mañana Heikki haga la carrera de su vida y deje en ridículo la temporada de Grosjean (si le dejan, claro) y de Kimi y su salario, en un 2x1.Buena tarde.