miércoles, 14 de mayo de 2014

No es país para viejos


Empiezo a tener bastante claro que al guionista de esta temporada le van a poner unos zapatos de hormigón antes de tirarlo al agua, no más allá de Mónaco.

He podido ver el artilugio que ha puesto Mercedes AMG a su W05 en Montmeló por aquello de mejorar su sonido, y me he encontrado con uno de mis embudos puesto del revés en la misma zona que antes ocupaba el beam wing ahora prohibido.

Una cosa lleva a la otra y tras esbozar una mueca de incredulidad me he dicho que mejor pasar de la tontería por no faltaros al respeto reseñando la última ocurrencia o tomadura de pelo, como mejor lo veáis, que ha tenido esta gente para mejorar el espectáculo.

Pero luego lo he pensado mejor y ante el temor de que a Bernie y a Charlie pueda hacerles gracia el cornetón de los demonios, la FIA apruebe su uso con la aquiescencia de las fuerzas vivas de nuestro deporte, y en menos de que cante un gallo nos veamos enfrascados en una guerra por ver quién la pone más grande, cuál es más legal y ajustada a norma, y en consecuencia suframos una catarata de estudios sesudos en los medios generalistas y especializados al respecto de por qué a Maranello no se le ha ocurrido antes, me he dicho: pon un Ferrari 312B como imagen de entrada y corta por lo sano, porque por mucho que nos cuenten, aquel motor sí que sonaba bien.

Y es que vivimos tiempos de mediocridad y resulta inevitable echar la vista atrás.

Disponemos de modernas tecnologías que permiten que Enrique Iglesias no haga gallos, que cualquier mindundis pueda pasar por un tenor o que todo un vagón de metro entre en parada cardiaca cuando suenan ciertos tonos para móviles, pero en manos de la gentecilla que vela por nosotros no sirve para revivir el pasado siquiera durante la hora y media que dura una prueba. Las actuales unidades de potencia son mucho más complejas que las plataformas propulsoras a las que han jubilado ya que ofreciendo practicamente los mismos caballos por reglamento, ni encandilan como las de antes ni suenan igual, pero eso sí, tenemos electrónica como para parar un tren...

Hace ya bastante escribí El chip prodigioso y resulta lamentable comprobar cómo lo pensado hace casi dos años, que se dice pronto, sigue valiendo para describir este ahora que no tiene mejores alternativas que ofrecer al aficionado, que poner un trombón de varas al final del tubo de escape para mejorar la aerodinámica precisamente donde la normativa impedía meter mano.

No, este no es país para viejos. Todo esto es un camelo, pero visto lo visto, seguro que sale adelante.

¡Ea, yo voy haciendo el hormigón, solo hace falta que pillemos entre todos al guionista y le convenzamos para que se descalce!

5 comentarios:

J-CAR dijo...

"No somos los primeros
que con la mejor intención
hemos logrado lo peor."
William Shakespeare. El Rey Lear
(...o los peligros de toda ingeniería social.)

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

«La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira como el aceite sobre el agua.»

Don Miguel ;)

Habrá que darle vueltas a esta nueva F1 como a un calcetín usado por ver si encontramos la verdad oculta... Mientras tanto y también, seguiremos buscando la belleza ;)

Un abrazote, J-Car ;)

Jose

@cabyasf1 dijo...

Suena mejor la fórmula E ...

@cabyasf1 dijo...

Peor que el sonido me parece la lentitud de los coches, el paso por curva, la sensación que tenías en una chicane... Ahora todo parece en cámara lenta, hasta los toques entre coches ya no son un abandono, aguantan el tipo. Los coches ya no se rompen (pensábamos que si...) Ya no se habla de la gomas porque los coches ya no las destrozan.
Recuerdo que no se ganaba la carrera hasta que no se cruzaba la meta, literalmente, porque el motor o cualquier cosa se podía romper...
No hace tanto recuerdo a Kimi rompiendo los brazos de suspensión por no ceder ante Fernando...
En fin... Habrá que tirar de VHS.
Un saludo.

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Ahí le damos, @cabyasf1, el gato no es que no sea liebre, es que sabe a sopa de agua con la que engañar al estómago :P

Un abrazote

Jose