miércoles, 25 de junio de 2014

Layer cake


En más de una ocasión se me ha acusado aquí mismo, de carecer de sentido del humor, pero yo juraría que no hago otra cosa en la vida que militar en el noble arte de la comedia.

Hoy es el día, por ejemplo, en que por mucho que lo intente no puedo dejar de ponerme humorístico ya que la realidad de nuestro amado deporte da para tan poco, que hasta los más acérrimos opositores a las ideas conspiranoicas, se han soltado la cabellera y andan esbozando teorías alternativas a cada cual más cachonda.

Ahora, por ejemplo, cuando se admite y da por sabido que Toro Rosso ha hechado una manita o manita y media a Red Bull en las cuatro sesiones pasadas, se insinúa sin atisbo de sonrojo que Williams se la pudo echar a Mercedes AMG el domingo pasado en Austria, de la misma manera que hacía Faenza en años anteriores con quien le pagaba las nóminas, se entiende.

Hasta aquí bien, que diría aquél, la teoría tien su puntito y quedaría fatal no admitírselo a pesar de que eso suponga que tenemos tragaderas para que un equipo juegue en el Mundial con cartas marcadas y cuatro coches en pista, pero el caso es que a la vez que se esgrimen este tipo de supuestos para justificar algo que desde mi humilde punto de vista tampoco da para tanto, se pide que nadie toque a Sebastian Vettel en esos sus campeonatos consecutivos porque el chaval en la actualidad, dicen que va sobrado de la mala suerte con la que le aojó Mark Webber al coger las maletas pa'irse a Porsche.

La historia es mala. Mucho mejor sin duda que esa otra que dice que Luca, Marco y dos tipos que no pintaban literalmente nada, se reunieron en los locales de La Scuderia en Maranello para ponerse a gritar y a echarse los trastos de las responsabilidades a la cabeza, con lo sencillo que es mandar a alguien a la mierda a través de Watshap, correo electrónico o SMS, y lo glamouroso que resulta discutir las cosas serias, los pormenores de un contrato que no se está cumpliendo o los de una soberana patada en el culo, alrededor de la mesa bien servida de un restaurante...

En fin, me dejo de cosas bizarras y sigo con eso de mirar a un lado cuando la realidad no gusta y lo peligroso que viene a ser utilizar cuando conviene, un argumento desechado antes que tira por tierra una brillante e incontestable carrera repleta de éxitos, victorias y donuts.

Otro día si eso recordamos otras peculiaridades que han rodeado los títulos de Seb y que por ausencia, podrían explicar muy bien por qué hoy lo está pasando tan mal. Por esta noche basta, pero prometo que mañana hablo del aussie.

Os leo.

2 comentarios:

J-CAR dijo...

Me da que cada vez que veamos a los Williams delante Seb las va a pasar putas con Daniel. No es conspiranoia sino el balance entre velocidad y drag-carga aerodinámica.
Quizás Williams tenga este año es mejor chasis para circuitos de baja carga. A ver que hacen en Monza. Y a ver que hace Seb. ;)
¡Saludos!

Anónimo dijo...

El año pasado, el Red Bull iba TAN bien en las curvas, que ganó en Monza con una séptima velocidad cortita... no necesitaba más.

Saludos y como siempre, un gusto leerte.
@pocascanas