jueves, 12 de junio de 2014

Los árboles que caen


Inasequibles al desaliento, la prensa especializada y algunos sectores de la gururería han depositado su mirada inquisidora sobre Kimi Raikkonen y ya hay quien pide que lo sustituyan en Maranello.

No voy a tirar por el atajo de preguntar por quién. Sin duda hay muchos pilotos que podrían hacerlo mucho mejor que el finladés, pero no sobre Ferrari, y es que aquí está la madre del cordero de todo este asunto ya que la mayoría de candidatos —incluso he leído por ahí que tal vez fuese posible el retorno de Massa, oh wait!—, trabajan en la actualidad con un propulsor made in Mercedes-Benz a sus espaldas.

No soy tan iluso de negar que Kimi, siendo muy generosos, está haciendo una temporada bastante mala, pero esto de tirarlo a la basura porque no ha cumplido las expectativas me lleva irremediablemente a preguntar, en qué coño estaban pensando los que esperaban milagros cuando apuntaron a que la entrada de Iceman en La Scuderia iba a resolver todos sus problemas.

Por fortuna suelo ser de los que hacen sus predicciones con el consabido «si el coche acompaña» como coletilla, ya que con los tiempos que corren, no contemplar la intervención del vehículo en la valoración de tal o cual piloto, suele suponer apostar a fracaso.

Ahí tenemos a Sebastian, sin ir más lejos. El alemán, desencantado con su gurke, parece una sombra de sí mismo, lo mismo que Romain con un E22 o Esteban con su C33. No hablo de Pastor por no liarla parda, aunque conviene recalcar que este mismo fin de semana ha sido el venezonalo de las botas de hierro quien ha puesto el dedo en la llaga al afirmar sin complejos: «Esta tecnología no la entiende ni quien la inventó».

Obviamente todos los que se quejan se refieren sin decirlo a esa reducción de la sensibilidad que antaño servía al piloto para entender su coche y manejarlo, y que por supuesto, también afecta a Kimi, uno de los conductores más finos de la parrilla.

Intuyo que en el foco de las silenciosas denuncias están los brake by wire, necesarios en todo caso para que el MGU-K funcione debidamente y con él el componente juliano de las unidades de potencia, pero a todas luces culpable ineludible de un escenario en el que el piloto ha ido perdiendo espacio para cedérselo a la electrónica.

No sé si llegará el día en que mis ojos verán en Fórmula 1 monoplazas inteligentes en los que el ser humano será reemplazado por ordenadores forrados con mono, guantes y casco, dirigidos por superordenadores desde el wall de las escuderías o desde quién sabe dónde, pero lo de Raikkonen y Vettel y lo de otros tantos, no es un problema en sentido estricto, es un claro síntoma de cómo ha cambiado todo.

En este orden de cosas me animaría a decir que los medios y los gurúes harían bien en adaptarse rapidito a los nuevos tiempos porque estos ya han llegado. Si antes era complejo discernir qué era auto y qué eran manos o cerebro salvo en casos muy puntuales, con la nueva normativa y la complejidad que ha traído consigo, apuntar a sustituir un piloto por otro para resolver males absolutamente desconocidos a los que nadie mete mano, queda bastante feo y literalmente desfasado aunque sirva para salir del paso y llenar algunos titulares.

Esta es la moderna Fórmula 1. ¿No era hermosa? Pues a ver si la explicamos antes de que tanto derribar árboles acabemos quedándonos sin bosque.

Os leo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchos (trolls o no) querian que Kimi llegara para demostrar lo malo que es Alonso. Cuando en las primeras carreras se vio que no era asi, pasaron a la coletilla de que necesitaba adaptarse al coche (este Ferrari es el mismo del pasado y Alonso tiene ventaja). Ahora estan en que Ferrari da el coche malo a Kimi, por orden de Botin.

En mi caso creo que Kimi no es tan bueno como se piensan, posiblemente Massa sea mejor y Ferrari cometio un error de bulto (otro de tantos) en no traer a Hulkerberg (o como se escriba).

Aficionando dijo...

No, Anónimo. Yo creo lo mismo que dice nuestro anfitrión. Están conduciendo artefactos cuyo pedal de freno es electrónico, y el acelerador no responde con la premura que lo hacía antes: hay un gap entre el momento en el que se acelera y entra el turbo, que, si no me equivoco, se intenta solapar con el funcionamiento de un motor eléctrico. Como dice nuestro anfitrión, creo que los pilotos que llevan ya unos años lo tienen crudo, a excepción de Rosberg y Hamilton por la sencilla razón de que su coche es, con mucho, muy superior al resto.
De ahí las buenas prestaciones de Bottas, Ricciardo y el desastre de Kimi, Button, Alonso pero menos, Vettel, Massa...
Es definitiva la frase de Vettel, cuando dijo que conducir el Red Bull era como conducir una aspiradora. Y no se refería sólo al sonido.
Lo que está claro es que esta fórmula 1 no gusta a casi nadie. Ya veremos lo que dice Hamilton cuando empiece a perder el Mundial y le sobrepasen los Red Bull o los Williams.

Anónimo dijo...

Pues no se, porque un sistema electronico te aseguro que puede ser muy rapido, tanto que al ser humano le parece instantaneo. Me huele a excusa.

Y lo que si tengo claro es que esto empieza a oler mal, a mi el sonido me importa poco ... Pero que los coches no corran (las comparaciones con otros años son demoledoras) es cargarse la emocion de este espectaculo. Que eñ mejor de hoy es una tortuga comparado con un minardi.