jueves, 17 de julio de 2014

Hay miga


Así, echando cuentas, todavía queda campeonato y considero que no es hora de ponerse picajoso, no vaya a ser que en Mercedes AMG nos salgan como en la BMW de 2008, que por ser fiel al programa dibujado a comienzos de año, herr Mario Theissen tiró por el retrete las opciones que tenía Robert Kubica de haberse calzado aquel mundial que se jugó a cara o cruz en la última curva del último suspiro de Interlagos, con Timo Glock como árbitro.

Mi difunto padre, Juliantxu, solía jugar con estas cosas y era el primero en enarcar las cejas cuando en casa mencionábamos el apellido de su médico de cabecera: Mato, como nuestra ministra de sanidad, y es que aunque el chiste sea viejo de narices conviene recordar que si en apariencia un tipo llamado Timo fue quien le dio su título a Lewis, en realidad el regalo sucedió unos meses antes, cuando teniendo todo para haberlo conseguido, BMW decidía que no, que prefería perder el Mundial con tal de seguir siendo fiel a su palabra...

Efectivamente, teniendo a Robert Kubica en plena pomada —el de Cracovia había ganado el Gran Premio de Canadá y lideraba la tabla de pilotos—, BMW había dicho que la sesión 2008 era la última de su participación en Fórmula 1 y a tal efecto, demostró cómo se hacen las cosas cuando hay previsiones intocables: con el culo.


En fin, si traigo a colación a BMW en esta historia de que pertenece por entero a su archienemiga Mercedes-Benz y a su equipo oficial en F1, no es por otra cosa que por poner un poco de pimienta en una temporada que parece cantada.

Es cierto que la de Brackley parece no tener rival y que el escenario más creíble apunta a que 2014 se jugará entre sus dos pilotos, y a pesar de que el lunes pasado y para colmo en abierto, traicioné públicamente a Lewis, me he dicho esta mañana que quizás el británico tenga más opciones de las que la razón le otorga; que podría ser que el chute de adrenalina recibido en Silverstone le sirva para centrarse; que tendría gracia que su guerra piscológica desatada en Mónaco estuviera surtiendo más efecto del que creemos.

Ahí está por ejemplo Nico, sobreinterpretando tontorronamente su faceta alemana...

No podría jurarlo, pero si Hamilton nos sorprende y no vuelve a hacer bobadas en calificación, a lo mejor pilla a contrapié a su propio equipo y se hace hueco entre las fibras de ese plan maestro que de momento está dando maravillosos frutos a la anglo-germana. 

El escenario que propongo no es excesivamente aventurado, bastaría que supiésemos un par de cosas de esas que no conoceremos jamás y que confiemos (yo lo hago, descidiéndome descaradamente de lo del otro día), en el hoy por hoy segundo mejor piloto de la parrilla, un tipo que además de fino y bueno es tremendamente intuitivo.

Y es que en lo de las telemetrías que dice Lewis que le copia Nico, hay miga. No sé muy bien dónde está pero seguro que la encuentro, o mejor incluso, seguro que la encontramos juntos.

Os leo.

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