lunes, 22 de septiembre de 2014

Hello, what’s going on here?


La frase que da título a esta entrada no es mía, la pronunció Jackie Stewart tras el Gran Premio de Italia de hace dos semanas al respecto de lo extraño que le resultó que Nico Rosberg cometiera el mismo error en el mismo sitio, por dos veces consecutivas y en el intervalo de tan solo un puñado de vueltas.

Era un error de primerizo que a pesar de la extensa panoplia de explicaciones que se vertieron a continuación para justificar el desliz del hijo de Keke, llamó poderosamente la atención del mismo hombre que en su día, también quería ver a Sebastian sobre un coche más normalito que el que llevaba entre manos en 2012, apuntalando su rechazo a integrar al de Heppenheim entre los grandes con la frase: «solo puedes ser considerado un grande cuando consigues resultados en inferioridad de condiciones.»

Sea como fuere, no es cuestión esta madrugada de catalogar al tetracampeón del mundo, entre otras cosas porque hace unas horas, sobre el circuito de Marina Bay, Sebastian ha estado supremo con su nuevo chasis a pesar de que en los últimos giros ha dado la sensación de que Daniel Ricciardo lo protegía de las posibles dentelladas del Ferrari número 14; sino más bien, de valorar si visto lo visto durante el Gran Premio de Singapur en la figura de Lewis Hamilton, hizo falta en Monza que un tipo como sir Jackie se preguntara: ¡Hola, qué está pasando aquí?

Ya expresé mi opinión al respecto [¡Aquí hay tema, pero vamos!], así que no es cuestión de aburriros con el asunto. Lo que si me merece la pena a estas alturas de la película es recalar de nuevo sobre esa manía que tiene la Fórmula 1 como conjunto de intereses, de devaluarse insistentemente con pequeñas alteraciones de la fuerza que lo único que hacen es sembrar dudas entre los aficionados curtidos y neonatos, al respecto de cuánto de deporte hay realmente en una actividad que a tenor de las abundante e inexplicables interferencias que obran sobre ella, parece no poder sobrevivir si no es a base de constantes polémicas.

Lo he dicho innumerables veces y con vuestro permiso voy a repetirlo: todo esto me parece que sobra porque la Fórmula 1 dispone de suficientes alicientes como para que las cosas sigan su curso y entretengan sin necesidad de recurrir a feos subterfugios. Así las cosas, visto lo visto en Marina Bay, el posible ajuste de cuentas de Nico en Monza por su trastada en Spa-Francorchamps, se ha convertido en una soberana chorrada que carece totalmente de gracia. 

Si Rosberg hubiera ganado en Italia, Hamilton hubiese quedado segundo y a nadie le cupieran dudas, hoy estaríamos babeando igualmente por lo que podría suceder en Suzuka, con el interés extra de que en un circuito de las características del japonés, nadie en su sano juicio se arriesgaría a perderse el previsible duelo en la cumbre entre dos individuos que navegan apretadísimos en la cabeza de la tabla del Mundial de Pilotos.

Por contra, dentro de unas horas y con el escenario ya conocido como telón de fondo, cuando me vaya a desayunar, doy por seguro que tendré que plegar velas cuando alguien me pregunte si Mercedes AMG tocará alguna tecla en el país del sol naciente para mantener viva la llama de la sana competición entre sus pilotos, o cuando otro alguien o quizás el mismo, me interrogue sobre lo ilógico que resulta que después de Bélgica y del público tirón de orejas propinado a Rosberg, precisamente al alemán le pasen cosas tan aparentemente banales como que cometa errores o se le rompa el volante de su W05, que sin embargo, le están sirviendo en bandeja el campeonato a Lewis...

Hello, what’s going on here? ¡Jodido Jackie!

2 comentarios:

csm dijo...

Hombre...la maniobra de ROS crea dudas. No estopy a favor de la conspiración, pero que nada menos que J.Steward dijera eso, es para, al menos mantener la interrogante sobre lo que ocurrió en ese GP.
Por lo demás, no ví ayer muy preocupado a ROS. La carrera de Japón puede ser de sablazos, o de katanas! :)
Un besote

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenos días ;)

Concha ;) Sí, la carrera en Suzuka tiene toda la pinta de dejar un bonito sabor de boca. A ver si acertamos!!

Un besote

Jose