miércoles, 11 de febrero de 2015

¿John Doe?


No sé de dónde demontre viene el apodo, a qué se correspondía en origen o si en nuestro bendito idioma existe algo parecido que sirva para idéntico propósito —quizás don Nadie sería lo adecuado. No lo sé—, pero os confieso que ni me he molestado en indagarlo porque de tanto ver en las películas y telefilmes norteamericanos que llamaban así a cuanto desconocido pasaba por la sala forense o salía de sus frigoríficos, llevo grabado en el alma que John Doe es una forma amable de decir no sé cómo coño te llamas.

Y el caso es que tenemos un bicampeón del mundo que disfruta en la actualidad de la corona de 2014, que al parecer está pasando más desapercibido que don Luis Bárcenas o la Gürtel en las portadas de La Razón o el ABC. Así que a la espera de que Pedro Sánchez eche el resto y saque del PSOE a Griñán y Chaves como ha sacado a Tomás Gómez, quiero entonar esta tarde el ¡yo sí sé cómo coño se llama!, que sé que responde al nombre de Lewis Hamilton y aunque hubo un día en que no le tragaba, casi al siguiente firmé las paces con él para no haberme arrepentido todavía.

Corría 2009 y Autosport había levantado la veda para dar cera al británico incluso en el cielo del paladar. El de Stevenage era campeón del mundo 2008, pero Gran Bretaña había depositado sus ojos en aquella entente que estaba triturando a mi Rubinho sobre la pista. Brawn y Button, british total, para que nos entendamos, suponían una conjunción que columpiaba entre orgasmos a los mismos periodistas que habiendo reído todas y cada una de las gracias al hijo de Anthony durante 2007, le veían en aquel entonces como un puto caballo loco que desmerecía con su comportamiento los regalos que le hacían a la queen Isabel segunda.

Hoy es el día en que la peña se queja de que no hagamos, es un decir, otra cosa que hablar de Fernando. Y si bien hay algo de razón en todo ello porque el asunto roza el aburrimiento ad nauseam, la verdad es que se resolvería rápidamente si cualquiera de los que se resienten públicamente del Vietnam mediático que nos envuelve, diera un paso al frente y hablara por ejemplo, del mejor gallo de pelea que tenemos en la parrilla, de un tipo que no ha parado de crecer y al que cabría definir como genuino representante de eso que se tildaba antes como un talento natural.

Comprendo que en algunas esferas escueza reconocer que de 2007 a esta parte, la Fórmula 1 no se llame Sebastian Vettel sino Lewis Hamilton y Fernando Alonso, pero es lo que hay, colegas. Sus duelos a muerte a la luz o en la sombra, van marcando a fuego lento la época que estamos transitando sin apenas darnos cuenta porque sin duda, son los mejores pilotos en la actualidad. Cada uno en su estilo, obviamente.

Yo sí sé cómo coño se llama ese John Doe dado por frío pero aún tibio. Atiende al nombre de campeón del mundo 2014 y se apellida Hamilton. No lo olvidemos nunca.

Os leo.

3 comentarios:

Tadeo dijo...

He estado leyendo la información que circula por twitter sobre la potencia de los motores, pero me parece que sigue estando errada.

Mercedes aun no ha presentado el motor del 2015, el que presentó en Jerez era el del 2014.

Si aun así va 60 o 70 CV por encima, ¿que potencia va a tener el del 2015?, si las mejoras de este año sacan 50 CV más, Mercedes se irá de nuevo a un par de segundos de distancia del resto.

Y el piloto es Ham, así que con manos solo no lo vamos a poder arreglar ya que es mucha la diferencia. Vamos a tener que tirar de aerodinámica y de guerra interna en Mercedes, guerra que todos esperamos, para poder quitarle puntos.

Ham es el campeón mundial y es el que menos noticias produce, o el que menos nos venden, claro. John Doe, Fulanito de tal, jejejeje que grande !!!!

Saludos

chema dijo...

Realmente Vettel ha pasado bastante desapercibido desde su entrada en Toro Rosco hasta su desembarco en Ferrari.

Con respecto a Hamilton coincido en que la gran diferencia es que ahora sabe lo que quiere y como conseguirlo.

Jorge dijo...

Tercer campeonato mundial para Hamilton incoming, nadie duda esto.