martes, 23 de junio de 2015

Balada triste de trompeta


Las pruebas libres tras el Gran Premio de Austria, han comenzado a desarrollarse sobre el trazado de Spielberg con total normalidad: ha llovido, luego ha habido poco movimiento en pista. Y así y tal, que no anda la cosa como para permitirse romper un coche porque las ruedas de mojado, ni calientan lo suficiente rápido ni ofrecen el grip adecuado.

Como era de esperar, en cuanto ha brillado un poco el sol (es un decir), entre sensores y más sensores, han aparecido algunas novedades de las que me cabe reseñar la nose con agujeros en el Sahara Force India y unos apéndices aerodinámicos en la zona anterior a los neumáticos posteriores del FW37 de Williams, soluciones ambas que lo mismo no se llegan a usar jamás, ya que en pruebas de este tipo, la FIA deja a cada cual hacer de su capa un sayo porque el reglamento se toma unas vacaciones.

Obviamente, la falta de alimento a la que nos tiene acostumbrados nuestro querido deporte, ha ejercido de revulsivo, originando que a media tarde, hayan comenzado las correspondientes discusiones al respecto de si esto o aquello era legal. Que como ya digo, da lo mismo que lo sean o no, porque para el Gran Premio de Gran Bretaña, todo volverá a la más absoluta normalidad, con Raphael entonando su archiconocida Balada de la trompeta —canción asimilada por el vulgo como Balada triste de trompeta, ya que Roque Baños la usó en la partitura de la película de idéntico título que firmó Alex de la Iglesia hace ya unos años—.

En fin, avanzamos, que no es poco. En diez días estaremos a punto de cruzar el ecuador de esta temporada larga como día sin pan, y comprobaremos en tierras británicas, que la chistera de Brackley tiene todavía más de un conejo oculto, que Ferrari sigue con problemas para capitalizar el calor en el MGU-H de sus unidades de potencia y que Williams, podría volver a dar una nueva dentellada a la rossa

Doy por seguro que la de Grove no utilizará los cachivaches que ha mostrado hoy, y también que al espectáculo le viene de perlas que si no es posible una lucha de tú a tú por la cabeza, ésta se concrete alrededor de la segunda plaza en la de constructores, ya me entendéis, que lo de Nico y Lewis da para lo que da pero no para aguantar hasta Abu Dahbi.

No sé en qué me baso pero me baso. Que digo yo que los coño aletines vistos hoy sobre el FW37 lo mismo podrían servir para generar carga aerodinámica o vórtices anteriores a los volúmenes de las ruedas traseras, que para sondear hasta dónde es capaz de resistir la zona abierta del fondo plano, porque aunque no sea trending toping, eso de aligerar el suelo de los monoplazas para ganar flexibilidad estructural empieza a ser tendencia, que diría Jorge Javier Vázquez.

Woking estrena en Gran Bretaña un chasis más ligero y podría ser que aprovechando el nuevo software disponible en su UP desde Canadá, Williams pretenda aguarle la fiesta a Ferrari donde más le dolía a Enzo, en la aerodinámica. Ya digo que son cosas mías, pero los trastos de este año cada vez se parecen más a aquel RB7 de 2011 cinturita de avispa, lo que nos podría llevar a preguntarnos si como entonces, la manía de ceñir las líneas exteriores al cuerpo interior de los coches para dejar golosas superficies a los lados, no tendría tanto que ver con producir dolores de cabeza a los motoristas como con aprovechar el calor en la carrocería y el fondo plano...

Que no lo digo yo. A ver, que lo decía Toni Cuquerella: el fondo plano genera carga aerodinámica [dentro video], y el calor, ahí, supone un área de baja presión. Y eso me lleva a recordar que a comienzos de los ochenta del siglo pasado, Porsche, bajo el apelativo TAG (Techniques d'Avant Garde), trabajó codo con codo con McLaren para realizar el primer motor que se diseñaba conforme a las necesidades del chasis y no al revés, como era bárbara costumbre en aquellos días.

No sé, creo que nos dejamos algo... 

Os leo.

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