martes, 9 de junio de 2015

La fontana de la vida


Resulta un poco inquietante comprobar, que una escudería, en este caso Mercedes AMG, tiene la llave que hacer funcionar, o no, a casi media parrilla.

La resurrección de Lotus, Williams y Force India, todos ellas con coches propulsados por la casa de Stuttgart, puso de relieve en el Gilles Villeneuve que en la moderna Fórmula 1 no todo es querer, sino también, que te dejen hacerlo...

Confieso que ésta es una de las cosas más gratificantes que tiene llevar un blog. Te sientas a esperar, y mientras te tiran piedras por conspiranoico, van los serios y perfilan una conspiración mucho más grande y fea que las que propusiste tú, y a la hora de la verdad, quizá por bisoñez en estas lides, se mullen en una realidad que satisface sus ansias sin formular la pregunta correcta.

Queda bonito eso de justificar el buen rendimiento de Enstone, Grove y Silverstone en tierras canadienses, en base a la actualización de software que ha sufrido la unidad de potencia Mercedes-Benz que también monta Brackley, incluso asistir a la proposición de diferentes carambolas como la que afirma que Lotus necesitaba un empujoncito para poder venderse mejor a Renault, o aquella otra que insinúa que la de la estrella de tres puntas ha movido ficha para poner a Ferrari en su sitio... 

Pero como digo, queda en el aire la pregunta del millón: ¿es normal todo esto en una disciplina que se autoproclama como la máxima expresión del automovilismo deportivo?

No me lo parece, y esta es una de las razones que me ha llevado a entender por qué la FIA quiere imponer la edad de hielo a partir del año que viene, y por qué también, hay equipos que están hasta las narices de que las escuadras grandes sometan a su antojo El Circo.

Estamos hablando de 4 escuderías de 10, que quedan al albur de las necesidades de la campeona del mundo, y si en la etapa de dominio Red Bull ya cansaba la supeditación de su filial Toro Rosso a los intereses de Milton Keynes, es de recibo señalar en estos momentos, que lejos de mejorar en este aspecto, hemos dado uno cuantos pasos atrás en aras de favorecer el espectáculo (sic), poniendo en la mano de un fabricante como Mercedes-Benz, la llave del grifo de la fontana de la vida, o de la muerte, de una parte importante del mismo; mientras que lo torticero del nuevo reglamento técnico, hace que Ferrari y Renault estén agarrados por los huevos, y disculpadme la expresión, interpretando el papel de rehenes.

No voy a entrar a entrar a discutir si esto favorece o no el negocio, que seguramente lo haga, pero sí quiero apuntar que si sumamos a esta situación que Pirelli puede servir juegos de neumáticos malos, a Rosberg en calificación, por ejemplo, lo normal es que la gente piense que hay manos negras por todos lados, aunque me sigue resultando incomprensible que a estas alturas de la película, todavía quede quien no entienda por qué McLaren prefirió divorciarse de la Merche para casarse con Honda.

Os leo.

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