martes, 2 de mayo de 2017

A Niki hay que quererlo


Está la cosa lo suficiente rara como tomarse la vida un poquito menos en serio de como viene. Hace unas horas lo comentaba en el SafetyCast: si pusiésemos ordenadas cronológicamente todas las noticias que han surgido en Gran Bretaña y Alemania (aquí no somos capaces, desengañaros) sobre Honda y Alonso los últimos diez días, ¡los últimos diez días!, recalco, la realidad se distorsionaría de tal forma que hasta el pobre Schröedinger quedaría noqueado.

Que en una caja cerrada quepan un gato y un bote de gas venenoso tiene su cosa. Que el minino esté muerto y vivo a la vez, también. 

Que todo sea sí y no hasta que lo desvelamos desde luego tiene miga, pero no es posible que un cartón dé para tanto como para que Mercedes-Benz quiera ayudar a Honda, que la FIA quiera ayudar a Honda, que Honda no quiera ayuda, que Honda confirme que recibe ayuda, que Mercedes-Benz quiera ayudar a Honda pero Red Bull no le deje, que Whiting diga que la FIA no va a ayudar a Honda, y que a la postre, la nipona siga siendo un desastre y una soberbia que ha olvidado hacer motores a pesar de haberse pillado sede en Milton Keynes, haberla acondicionado, solicitar personal para llenarla y firmar con Sauber para el año que viene.

Con Alonso ha sucedido otro tanto. Feliz por participar en la Indy 500, McLaren se proyecta a la Indy 500, el asturiano se hace asiento para la Indy 500 para conducir un pepinaco vestido con los colores de McLaren y propulsado por Honda, Alonso descontento, Alonso que busca nuevo equipo, Alonso profundamente triste, Alonso que amenaza con irse, Alonso harto, Alonso bla, bla, bla...

Ayer, un diario de tirada nacional regalaba al de Oviedo, a su afición y a los haters incondicionales, un encadenado de instantáneas, 28 concretamente, que supuestamente definen una carrera profesional repleta de frustración, impotencia y aflicción. Fernando contestaba desde su cuenta de Twitter con un rosario de descojonantes emoticonos. ¡No hay más preguntas, Señoría!

En fin, hace relativamente poco os conté la historia de un conocido redactor jefe de deportes de aquí que desestimó mi invitación a relacionarse con un ingeniero aerodinámico que trabaja en Woking (McLaren), porque, dijo: necesitaba hechos para confiar, no palabras. 

En realidad no se había enterado de nada, para qué vamos a engañarnos, el manús leerá seguramente a Mark Hughes y con eso le basta, de forma que mientras miriadas de aficionados se han ciscado en los muertos de Pirelli y han visto en el Gran Premio de Sochi un excelso monumento al cagarro en el que sólo hubo un adelantamiento puro —los otros diecisiete supusieron superar a doblados—, que nadie tome en serio ni lo que escribe el español ni lo que publica su diario deportivo se deberá, basicamente y hasta nueva orden, a que los que quieren todo gratis están destruyendo la prensa convencional, ¡nos ha jodido!

Pero a lo que vamos. Si lo de Hughes tiene delito, tanto que al leerle llegué a pensar que se había tomado algún vasito extra de vodka, lo del protagonista de los dos párrafos de arriba tiene su puntito de ternura, no me digáis que no. Como las palabras de Niki Lauda sobre Fernando, en las que nos desvela que en 2014 todo el mundo en el paddock sabía que la unidad de potencia Honda era una castaña...

Tirar de este hilo es sumamente peligroso porque con estos mimbres, uno se pregunta a ver de qué había que cortar las piernas a un proyecto como el japonés con el tema de los tokens en 2015. Así que propongo que nos tomemos por las manos, hagamos un círculo gigante y en vez de preguntarnos qué coño hemos hecho para merecernos esto, les queramos a todos, les queramos mucho, sobre todo a Niki. 

A Niki hay que quererlo mucho, pero mucho mucho mucho. Es tricampeón del mundo, conducía bello y rápido, era un artista de la estrategia inteligente en pista, sobrevivió a un accidente brutal, tuvo huevos para bajarse de un coche que podía haberle dado su segundo título. Abandonó el mundillo, volvió a él para calzarse el tercero. Se retiró definitivamente para retornar ya mayorcete y bocachanclero... Sí, a Niki hay que quererle diga lo que diga, siempre, porque al menos se lo ha currado.

Os leo.

2 comentarios:

Tadeo dijo...

http://blogs.elconfidencial.com/deportes/formula-1/dentro-del-paddock/2017-05-03/alonso-ferrari-mclaren-lauda-allison-marchione-ecclestone_1376166/

Javier Rubio lo detalla muy bien

Saludos

Isaac dijo...

Pero hombre, contactar con una fuente autorizada de la noticia que te cuente el estado real de McLaren para luego publicar lo que te cuenten dando la opinión de una de las partes involucradas, por favor, eso es periodismo, tan anticuado, tan del siglo XX, pudiendo hacer "periolismo" y darle cera continuamente a McLaren (y a Alonso). Y si resulta que lo que tú dices es cierto y al final aparecen los resultados, pues ya hablaremos de milagro y tal, que eso también es "periolismo" del bueno, hombre... ;-)

En fin, menos mal que te tenemos para tener una visión realmente objetiva de lo que pasa por ahí. Gracias de nuevo.

Por cierto, seguro que ya lo sabes, pero, para que veamos cómo se las gastan los de la Indy, resulta que hoy van a retransmitir en directo, en YouTube (y en no sé cuantos sitios más) y gratis, el debut de Alonso en sus primeros entrenamientos en un óvalo, con comentarios en directo de Mario Andretti... Vamos, como si estuvieran encantados de que Alonso vaya a competir en la Indy, como si fuera algo importante, y como si dieran importancia a los aficionados en general, no sólo a los que compran Rolex...

Qué cosas, a ver si los nuevos dueños de la F1, ya que son Yankies, traen el mismo estilo.

Un abrazote!

Isaac.