jueves, 17 de agosto de 2017

Claro que hay respuestas


Estad tranquilos, no voy a desperdiciar el ratito escribiendo sobre los que esgrimen citas del pasado, o cifras y datos, como si fuesen espadas láser en Star Wars, ni mucho menos a meterme a desbrozar el jardín de geranios donde se distingue perfectamente quién es gente normalita y quién aficionado muy aficionado y mucho aficionado, que diría don Mariano.

Vaya por delante que me alegro infinito por los que lo tienen tan claro que jamás discutirían que Terelu Campos merece más reconocimiento como escritora porque vende más ejemplares que don Mario Vargas Llosa, aunque a lo peor todo se reduce a aquello que respondió Juan Marsé a Maria de la Pau Janer tras haber ganado el Premio Planeta 2005, certamen del que el barcelonés era jurado: «No te confundas, estoy hablando de literatura y no de vida literaria.»

Sí, hablamos de cosas distintas también aquí.

Y así, alrededor de Fernando Alonso siempre hay debate porque es el mejor piloto de Fórmula 1 en activo y nada de lo que ha sucedido de 2003 a esta parte tiene sentido sin él. Yo lo tengo claro. El asturiano es el referente en nuestro deporte por mucho que retorzamos el asunto como un trapo de cocina.

Vettel o Hamilton, sin ir demasiado lejos y ningún interés por levantar ampollas, valdrían la mitad o mucho menos como Campeones del Mundo de haber logrado sus títulos sin el de Oviedo en pista. A Fernando le ocurrió lo mismo, obviamente, las leyendas no se forjan en solitario porque siempre hay alguien ahí, ocupando el reverso de la misma moneda. En Fórmula 1 si no tienes un buen rival no tienes nada y, desde luego, cuanto más grande es él más grande eres tú.

Sí, de no haber compartido pista con Michael Schumacher seguramente la cosa no sería igual, pero el Nano jubiló al piloto de Kerpen en su primera etapa y luego... bueno, luego se ha forjado una bonita y potente divisa a base de partirse la cara con quien fuese y sobre cualquier terreno. Eso y que ha encontrado en su camino a numerosos estupendos que derriban un cerdito volador cada vez que preguntan en voz alta por qué un tío tan bueno sólo tiene dos entorchados.

Vettel y Hamilton tienen mejores números, eso no lo discute nadie, pero la vida no es como queremos sino como viene, y si esto vale para Fernando o don Mario también debería valer para Lewis, Sebastian y Terelu. Bastaría con preguntarse a qué se debe su éxito y ver qué astros se han alineado.

Don Leo Turrini es un tipo que jamás hace este tio de interrogantes porque siempre vive en cuaresma, lo que le permite sufrir de lagunas de memoria entre homilía y homilía sin que se note demasiado. Sabe perfectamente qué impidió al de Oviedo proclamarse Campeón del Mundo cuando vestía de rosso porque fue el primero en felicitarse por el final de la era Montezemolo saludando con abundante aparato y genuflexiones la llegada de Marchionne y su corte, felicitándose posteriormente por la recuperación de poder de La Scuderia en la Fórmula 1.

Fernando abandona Enstone porque Ghosn, receloso con la máxima competición, no asegura en 2005 la supervivencia de Renault. Firma con McLaren ese mismo año pero se topa en 2007 con un usurero rencoroso que huele filón en un talento nato de tez negra [#McLaren2007], y con los mismos especialistas que han olvidado pronunciar Nico Rosberg por no empañar la aureola de Hamilton, o con gente como Turrini, que siempre procura estar al sol que más calienta...

Hay respuestas para todo, claro que las hay, lo que sucede es que cuesta mucho detenerse a buscarlas. Os ahorro los detalles de los primeros años de Honda en El Circo, por ejemplo. Los conocemos de sobra, lo que pasa es que a demasiados no les da la gana tenerlos en cuenta. Como no interesa leer la etapa Ferrari puesta en contexto, ni indagar en el por qué y el cómo de cada suceso, ni mucho menos reflexionar sobre qué coño poder puede tener la prensa mamporrera para hacer que todo un Ron Dennis las pase literalmente putas en 2007.

A Fernando no le ha pasado nada extraordinario, le ha sucedido que es demasiado bueno incluso para los muy aficionados y mucho aficionados y los muy periodistas y mucho periodistas, que diría nuestro Presidente.

Os leo.

3 comentarios:

enrique dijo...

Simplemente hay que ver la afición que va a los circuitos a quien aclama. Lo de Turrini, pues otro estómago agradecido que diría Supergarcía. De no ser por su "mala suerte" yo no lo querría tanto. Soy un apasionado de las causas perdidas.

Keskus dijo...

Totalmente de acuerdo, los pilotos también hay que valorarlos por las sensaciones que desprenden en pista. Hay multitud de carreras para el recuerdo de Alonso, de Hamilton y de Kimi también alguna, mientras que de Vettel no puedo contar más de dos o tres, mientras que es el que parece que pueda acabar con mejores números de todos estos pilotos. Saludos

Aficionando dijo...

Cada uno tiene su ránking. Vettel es mejor que Hamilton, Ricciardo es mejor que Vettel. Alonso es mejor que Ricciardo.