jueves, 26 de octubre de 2017

Informe de avances [Estados Unidos]


Los momentos postreros que vive el divorcio entre Woking y Sakura nos están ofreciendo una interesante perspectiva que conviene enfocar si no queremos perdernos entre el fuego cruzado.

Honda va por un lado y McLaren por otro, esto es evidente. Ambas tienen que convivir aunque el objetivo común ya no exista. En este sentido, podemos convenir en que la japonesa está usando a la britanica y que ésta utiliza a la primera con el interés puesto (ya) en su alianza con Renault para el año que viene.

Así las cosas, la tan esperada especificación 4 no llegaba a Austin, la 3.8 se estrenaba en su lugar como solución a los problemas sufridos en el MGU-H por Stoffel Vandoorne el viernes, circunstancia que trajo consigo la pérdida de un montón de puestos en la parrilla del domingo para el belga y le supuso arrancar último.

La clasificación del sábado estuvo comprometida por esta coyuntura y porque Alonso seguía utilizando la especificación vieja en su unidad de potencia. No obstante, las mejoras aerodinámicas llevadas al COTA por Woking (alerón delantero), surtieron el efecto esperado y al español le fue posible entrar en Q3 con relativa comodidad a pesar de la palpable falta de rendimiento con respecto a sus rivales.

Ya durante el Gran Premio, tanto Stoffel como Fernando se mostraron solventes en sus respectivos vehículos, al menos mientras lo que duró la fiesta para el segundo, ya que el monoplaza número 14 la terminó antes de tiempo cuando el MGU-H dijo hasta aquí hemos llegado alrededor de la vuelta 18.

El MCL32, como ya viene siendo habitual, es muy sólido en curva, como se pudo observar desde la onboard del de Oviedo. Al de Vandoorne se le notaba un poco más comprometido, pero imagino que se debió a que no estaba prevista la incorporación de la especificación 3.8 y el chasis acusó el cambio, cuestión que se refuerza con las informaciones surgidas a posteriori al respecto de que las vibraciones habían vuelto a hacer acto de presencia en el vehículo número 2. No obstante, Vandoorne fue capaz de concluir la prueba aunque con vuelta perdida.

Tenemos por tanto dos escenarios en Austin. El del piloto belga, por un lado, en el que el chasis y la unidad de potencia no estaban sincronizados, y por otro, el del español, en el que chasis y UP iban sincronizados a pesar de que el susto lo dio esta última.

En líneas generales me parece adecuado seguir hablando de avances. La fiabilidad sigue siendo el Talón de Aquiles pero en la caso de la última especificación da la sensación de que el asunto ya está resuelto. Obviamente, no en el de la 3.7.

De cara a México, tanto Fernando como Stoffel van a usar la especificación nueva, pero hay que estar avisados porque el Hermanos Rodríguez es un trazado que está dibujado a más de 2.000 metros sobre el nivel el mar y ello penalizará el trabajo del turbo —el de Honda y también del resto— porque hay menos cantidad de oxígeno por volumen de aire. Por tanto, si hay un circuito donde podemos ver cuánto da de sí el chasis del MCL32 va a ser éste.

La potencia parece que ya está aquí, y la fiabilidad también, de forma que nos queda cruzar los dedos para que Woking y Sakura afinen sus respectivas armas y hagan pelillos a la mar con sus desencuentros logísticos, de forma que sus monoplazas empiecen a darnos alguna alegría, ya que a tenor de lo explicado: mimbres hay, lo que falta (aún) es sintonía.

Os leo.

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