jueves, 13 de agosto de 2015

Cual sobaco de grillo


Cuando Bernie ninguneaba a la tropa que le da dinero argumentando que su target son los setentones que compran Rolex, no nos estaba meando encima, nos hablaba de exclusividad, razón por la cual, por no desentonar, los domingos de carrera me visto de esmoquin y bebo un Martini rosso con vodka, agitado, no mezclado.

Y es que la exclusividad tiene raíces oscuras. Uno pretende ser exclusivo pero con eso no basta ya que además, hay que parecerlo. ¿Y cómo lo aparentas? Con elegancia, mediante esnobismo, haciendo gala de manías o rarezas, pero sobre todo, con dinero o con silencio, o teniendo muchos seguidores en Twitter y siguiendo a pocos.

McLaren está tocando todos estos palos y alguno más. El MP4/30 es elegante de narices, como mi esmoquin de los festivos. Y no me negaréis que resulta pelín snob argumentar desde las esferas de Woking, que no se quiere bajar el caché del centímetro cuadrado de carrocería poniendo cualquier colorín en los pontones. Y que es raro que a pesar de los malos augurios de comienzos de temporada, la británica no haya entrado en pánico económico a estas alturas de la película. Y en esto que lo lógico es pensar, que sigue habiendo pasta detrás del proyecto, al menos para seguir aguantando el tirón y tanto silencio publicitario. Lo de Twitter lo dejo de lado porque no llegaríamos a ningún lado, aunque ya os digo que sinceramente creo, que Ron Dennis está haciendo lo correcto.

Venderse por poco precio cuando la cosa viene torcida suele ser mal negocio. Pan para hoy y hambre para mañana, que diría aquél. Así que mientras se pueda fingir que no hay problema en seguir disputando el campeonato sin patrocinadores, el asunto pasa por continuar ganando tiempo mientras llegan los resultados y entonces sí, se negocia y se sacan los papeles y el talonario porque ambas partes entienden en ese instante que el acuerdo es exclusivo, muy exclusivo, y que vale lo que dice Ron que vale.

En este sentido, apostar por patrocinadores pequeños, como proponen algunos, me parece comprar un Rolex falso y si lo estiro, ni ser setentón ni nada. La vida es farándula, puritito artificio, y si no vales para parecer lo que no eres, mejor que no te metas en Fórmula 1, ya que la exclusividad tiene unas raíces tan oscuras como el sobaco de un grillo.

Os leo.

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