domingo, 23 de agosto de 2015

Pirelli, of course!


Por suerte, he dejado escrito esta misma mañana antes de que se celebrase la carrera en Spa-Francorchamps, que Ferrari está sujeta a una enorme presión y lógicamente, que sólo arriesgando puede quitársela de encima.

Maranello ha arriesgado en Bélgica y quien podría haberlo pagado muy caro ha sido Vettel, pero aunque exista gente que como les pasa a nuestros políticos con el verbo «dimitir», no asimilan todavía lo que significa el término «arriesgar», siento la necesidad de quitarme el sombrero en público ante La Scuderia y su desempeño en tierras belgas, en primer lugar porque ha hecho lo que tenía que hacer y en segundo y quizás más importante, porque en este territorio que llamamos Fórmula 1, quien no arriesga rara vez se come un colín.

Dicho lo cual, puesto que escribí en enero pasado que se iba a liar con las gomas y esta tarde se ha liado y bien gorda, toca coger el arco y las flechas para apuntar de nuevo a Pirelli, no tanto porque ya es casualidad que en dos periodos de negociación con la F1 diferentes y separados en el tiempo por tres años, se produzcan incidentes similares que en apariencia acaban fortaleciendo la posición de la milanesa frente a los equipos, sino por que otra vez, afectan a la seguridad de los pilotos.

En verano de 2013, la renovación de la italiana no había comenzado en sentido estricto, pero el malestar con la gama de aquella temporada era ostensible en una buena parte de la parrilla y ello ponía en riesgo sus posibilidades. Los compuestos se deshacían con el esfuerzo, por capas, como las cebollas, en un fenómeno que se denominó vulgarmente delaminación. Pirelli quiso volver atrás, a la gama de 2012, con carcasa de kevlar, porque su imagen se estaba haciendo astillas, pero encontró la oposición de Lotus, Force India y Ferrari, escuderías que a pesar de todo, habían conseguido entender las ruedas adecuadamente en las carreras previas al Gran Premio de Gran Bretaña.

Y llegó el fin de semana de la prueba inglesa, y de viernes a domingo estallaron nada menos que cinco neumáticos, cuatro de ellos en plena disputa...

El resto lo sabéis de sobra. La FIA se saltaba el reglamento y enarbolando una medida extraordinaria, por estrictas y comprensibles razones de seguridad, permitía sin el consenso de las escuderías, que la milanesa retornase a la estructura usada una temporada antes, lo que a la postre facilitó que Pirelli salvara la sesión y consiguiera así la mencionada renovación como proveedor único de compuestos para la F1 a comienzos de 2014.

El escenario es similar ahora aunque esta vez la negociación ya ha comenzado, pero con Michelin como rival ante Bernie Ecclestone (la FIA y los equipos parece que no pinchan ni cortan en esto), y las escuderías que no quieren ver ni en pintura las llantas de 18 pulgadas que proponen la italiana y la francesa, ya que afectaría al diseño de los vehículos [¿Podría ser peor?], y además, pretendiendo elegir las gomas para mejorar las prestaciones en carrera...

Rosberg sufría un reventón el viernes pasado. Pirelli señalaba a Mercedes AMG y ésta ha respondido marcando en azul la posible causa del destrozo desde el perfil del fondo plano (hasta donde he llegado, no se ha recortado ni un milímetro en su superficie), por comprobar si éste tocaba el volumen del neumático en alguna zona del trazado. Os podéis imaginar que el fenómeno no se ha reproducido, aunque al que le ha tocado la lotería ha sido a Sebastian, cuando intentando sortear la prueba a una sola parada y con un pie en el podio, sufría un reventón que lo ha llevado hasta la duodécima plaza final.

Como a lo largo de las entradas que he escrito al respecto, vuelvo a dar hoy por seguro que vamos a las 18 pulgadas de llanta a partir de 2017 y a que los equipos se queden quietecitos en eso de querer meter mano en la elección de compuestos.

Imagino que no tardaremos mucho en descubrir que la Federación estima poco seguro persistir en mantener las llantas de 13 inches y que las escuderías decidan sus estrategias, y que la fábrica milanesa sale elegida como proveedora a partir de 2017. Aunque me revienta que con el recuerdo de Jules todavía tibio, se admita a trámite que con la tecnología del siglo XXI, Pirelli no encuentra una solución en lo que le atañe a eso tan importante para la Fórmula 1 como es la seguridad de todos los productos que intervienen en la competición y por ende, la de sus destinatarios finales, los pilotos.

Sebastian podía no haberlo contado de haberse producido la explosión unos metros antes, y sinceramente os lo digo, me importa un pimiento si la responsabilidad final recae oficialmente sobre el muro de Ferrari. Lo que no tiene un pase es que una mierda de componente imponga su criterio y tergiverse un deporte en el que lo normal es precisamente arriesgar, sea mucho o poco, en cada milímetro de recta y en cada grado del dibujo de una curva.

Os leo

1 comentario:

Anónimo dijo...

si yo soy vettel,despues del carreron que estoy haciendo,despues de que mi equipo se la jugara,y despues del reventon que no degradacion,le daba un guantazo publico al hembery de las narices y al tito bernie tambien.es una vergüenza,el poco atractivo del mundial se lo han cargado con la mierda de gomas,porque vettel siempre ha estado ahi cuando han fallado los del segundo y medio por vuelta y 40 puntos no eran muchos.ahora el espectaculo,ya de por si lamentable,es nefasto.gran entrada y mas razon que un santo.entiendo la actitud de vettel,estaba haciendo un carreron,es padre de familia y si llega a ser unos metros antes habria que ver.es deleznable este circo.si yo fuera el me largaba ya a otras categorias y que se apañen.por cierto que luisito hamilton que lloraba por las esquinas que el rb esto y lo otro,que se saltaba vertices y hacia poles.....y ahora calladito porque lleva el mejor coche de la historia de la f1 durante 2 largos años y camino de 3.cuanto hipocrita.